Hace 150, la epidemia de fiebre amarilla diezmaba a la población de Buenos Aires. José Roque Pérez, primer presidente de la Gran Logia de Argentina, lideró la asistencia a la víctimas.
Domingo Faustino Sarmiento, otro presidente de la Gran Logia de Argentina, presidía la República.
La Masonería, bajo la presidencia de José Roque Pérez, logró lo impensable: la definitiva Unión Nacional, en un acuerdo histórico entre cuatro masones: Urquiza, Sarmiento, Mitre y Derqui.
150 años más tarde, nos encontramos en un contexto sin precedentes, con una pandemia que nos plantea interrogantes de todo tipo. Sin embargo, pese al gigantesco desarrollo que separa ambos momentos, las similitudes son muchas: el negacionismo, los movimientos totalitarios, la xenofobia, el rol de los medios de comunicación.
La Masonería está tan presente como en aquella época, con la misma mirada de vanguardia: la apuesta a la ciencia, el combate al fanatismo, el espíritu de conciliación, el diálogo político, una mirada cosmopolita inclusiva y una acción social determinante en pos del bien común.
Toca repensar aquel momento a la luz de este, y viceversa.
Con una mirada estrictamente contemporánea, vamos a abordar estos temas, narrando una historia que es la nuestra, la del siglo XXI.
Y que es la historia de una Masonería siempre vanguardista, siempre comprometida. Y siempre en acción.