En el 165° Aniversario de la Gran Logia de la Argentina.
Muy buenas noches a todos:
Quiero agradecer la presencia de todos ustedes su compañía en esta noche tan importante para nosotros.
Agradezco también a las autoridades nacionales, dirigentes y representantes de la cultura, la política, el deporte, la empresa y de tantos otros ámbitos, que nos acompañan en este encuentro.
Queridas Hermanas y Queridos Hermanos:
La Masonería Argentina ingresó en una nueva etapa de su larga historia.
Como pudimos sentirlo esta mañana en el Teatro Colón, volvemos a instalarnos como un lugar de encuentro, de diálogo, de concordia.
Un espacio abierto a todos, y siempre al servicio del bien común.
Nuestro país atraviesa momentos complejos, lo mismo que nuestros vecinos, y que el mundo.
Supimos afrontar el enorme desafío que planteó, y aún plantea, la pandemia que nos tocó atravesar.
El destino quiso que el año pasado conmemoráramos el aniversario del fallecimiento de nuestro primer Gran Maestre, José Roque Pérez, quien dio su vida durante la epidemia de fiebre amarilla, y que selló para siempre el espíritu comprometido, audaz y siempre presente, de la Masonería Argentina.
El año pasado, durante la Noche de los Museos, tuvimos la ocasión de conmemorarlo, festejando. Lo hicimos por primera vez en la calle, en una calle desbordada de alegría, de necesidad de reencuentro. Y de encontrar juntos un sentido por el cuál seguir adelante.
Aquellos momentos duros quedaron atrás y podemos decir con satisfacción que estuvimos presentes en todos los ámbitos, contribuyendo a sostener a nuestros Hermanos y compatriotas.
Hoy otros desafíos nos convocan. No son menos urgentes. Y tampoco nos son ajenos.
En un mundo convulsionado por la amenaza de la guerra, por la problemática medioambiental, por el surgimiento de tendencias totalitarias, por el distanciamiento social, por la falta de espacios de intercambio, la Masonería Argentina está presente, una vez más, instalada, firme y activa, para sostener de manera incasable el trabajo de la concordia, del respeto, del diálogo y de la defensa de los derechos humanos.
Participamos y asistimos a todos los foros internacionales, como la CMI, donde incrementamos nuestra presencia y fortalecimos nuestra posición.
Estrechamos los vínculos con todas las Masonerías, en el convencimiento de que los problemas que afrontamos nos exigen respuestas mancomunadas, consensuadas, enérgicas y globales.
Nos vinculamos institucionalmente con las autoridades de la OEA y tomamos posición en temas trascendentes como el conflicto en Armenia y la guerra en Ucrania.
Cada cuerpo de nuestra institución desplegó una tarea formidable, asumiendo el desafío de crear una nueva forma de trabajo, que integrara a la tecnología sin por eso perder la humanidad.
La ciencia y la tecnología al servicio de un nuevo paradigma cultural: el humanismo del siglo XXI, que nos reclama como nunca ser ciudadanos del mundo y compatriotas del hombre.
La Academia de Estudios Masónicos llevó adelante una intensa actividad de docencia masónica, al igual que las Grandes Vigilantías, para mantener vivo el espíritu que hace ya más de 300 años nos lleva a ser actores y actoras de los destinos de nuestras sociedades.
El Gran Orador condujo la reforma de nuestros estatutos, poniendo el cuerpo reglamentario a la altura de la Masonería de hoy.
La Gran Secretaria Administrativa diseñó e implementó una reforma administrativa que transformó la manera en que los HH:. se relacionan con la institución.
La Gran Tesorería implementó una modernización de sus procedimientos, orientados a facilitar el vínculo y la transparencia. Ese trabajo es el que hace posible la realización de todos nuestros eventos, por ejemplo, este encuentro.
La Gran Hospitalía desarrolló su trabajo incansable en todo el país, llevando soluciones a todos los HH:. coordinando recursos materiales y humanos, haciendo masonería.
Nuestra cadena de Unión está más fuerte que nunca. Y los resultados están a la vista.
Logramos la sanción por unanimidad de la ley de educación medioambiental, integramos el Comité Ejecutivo de Lucha contra la Trata y Explotación de Personas, organismo multilateral, dependiente de la Jefatura de Gabinete de ministros de la presidencia de la nación, firmamos acuerdos con importantes instituciones nacionales e institucionales: la DAIA, el Consejo económico social y tantos otros.
Multiplicamos la labor de las cátedras de librepensamiento. La cátedra sarmientina suscitó un interés especial que nos vinculó de manera estrecha con el ámbito educativo.
Trabajamos con sindicatos, empresarios, municipios, ofreciendo cursos de formación sobre accesibilidad, género, conectividad, medioambiente.
Hemos dictado cursos de cultura digital, pensamiento computacional y diseño 3D a numerosas escuelas y distribuido material educativo para trabajar en todos los niveles escolares.
Por primera vez en la historia, alumnos de todos los niveles estudian contenidos elaborados por los equipos de la Masonería Argentina.
El trabajo social, con asociaciones intermedias de todo el país; el científico, con instituciones de gran prestigio como la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, el aporte de recursos económicos y de saberes en la lucha contra el cáncer y la desnutrición infantil, la participación en la cumbre de cambio climático, el trabajo sobre la Ley de Humedales.
Podemos decir con satisfacción que la lista es inabarcable en estas breves palabras y que cubren todo el arco de las preocupaciones sociales. Nada humano nos es ajeno.
Hace pocos días, participamos por primera vez de la Noche de los Templos, integrando la Mesa de diálogo interreligioso.
La Masonería, laica por naturaleza, abraza a todas las aventuras del espíritu. Así nació hace más de tres siglos, así retoma hoy su lugar, con fuerza y vigor.
El nuevo paradigma cultural nos encuentra preparados para la acción.
En la última noche de los Museos, miles de personas pudieron compartir con nosotros el cruce entre cultura, ciencia, tecnología y cuidado medioambiental. En una palabra, los desafíos que nos plantea el presente para que el futuro sea posible.
Podemos decir con alegría que este trabajo, arduo, complejo y feliz lo estamos llevando adelante en conjunto con Hermanos y Hermanas de todo el país, trabajando juntos y a la par.
Por primera vez en la Argentina, y como estreno americano, realizamos en nuestra sede la Integral Masónica de Mozart, interpretada por la Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación.
El arte, como la ciencia, no conoce fronteras y tiende puentes. Miramos hacia el futuro con los pies firmemente asentados en nuestra tradición.
Lanzamos un podcast, “Tradición y futuro”, un producto audiovisual abierto a todo público, que superó ampliamente todas nuestras expectativas, convencidos de que una comunicación abierta, cercana y eficaz puede contribuir a difundir los valores de la masonería.
Nuestro Hogar Bernardino Rivadavia fue el escenario de trabajos que convocaron a muchos Hermanos en torno de muchos proyectos, como la Huerta orgánica destinada a la comunidad.
Esa nueva conciencia, Hermanos y Hermanas, es la del cuidado, la del compromiso, la de la inteligencia y la del trabajo duro para construir una cultura más humana, abierta a todas las posibilidades que nos ofrece el mundo contemporáneo y atenta a la preservación de nuestra casa común.
Ayer rendimos homenaje a nuestro hermano Raúl Alfonsín, en el 39 aniversario del regreso de la democracia.
Aquel espíritu del “rezo laico” es el que nos anima a seguir adelante. Sentimos con el corazón que somos obreros de la paz y que la Masonería es “la caja de herramientas de la República”.
La vida en paz, el trabajo, el progreso, la educación, el desarrollo de las artes y de la ciencia, la tecnología al servicio de las sustentabilidad: todo está aquí custodiado, en nuestros Templos, en nuestros corazones.
El año que comienza nuestro país va a vivir un nuevo proceso electoral.
Entendemos que es necesario redoblar los esfuerzos para acercarnos, tender puentes, escucharnos, y trabajar por el bien de nuestro país y por el futuro de nuestros compatriotas.
La Masonería se pone humildemente a disposición de esa construcción de ciudadanía, como lugar de encuentro, de tolerancia, de búsqueda de los acuerdos indispensables.
Como espacio natural y neutral para el debate de ideas, nuestras puertas están abiertas a todos para la edificación de un futuro mejor.
El año próximo es también, un año con una carga simbólica. Es el cuadragésimo aniversario de la restauración democrática en nuestro país. No se trata de un detalle de color ni de una efeméride atractiva. Es un aniversario de convivencia política, de continuidad institucional y de madurez republicana.
En ese sentido, como prueba de nuestra vocación democrática y republicana se constituyeron dos Logias que a través de su nombre y su trabajo rinden homenaje a ese encuentro de hombres fundamentales de nuestra historia: Perón y Balbín.
Esta mañana, en el Teatro Colón, los presidentes de las logias que llevan sus nombres se estrecharon en un abrazo que es un símbolo y un anhelo: el reencuentro de los argentinos para la grandeza de nuestra República.
Hoy tenemos la dicha de estar vivos y de compartir este momento con hombres que desde su lugar de “primeros entre los iguales” condujeron a nuestra querida institución hasta este momento.
Recurro a nuestro querido Jorge Luis Borges para sintetizar ese legado: “Somos todo el pasado, somos la gente que hemos visto morir, somos los libros que nos han mejorado, somos gratamente los otros”.
Yo agrego, somos gratamente quienes nos precedieron y quienes nos sucederán.
El año próximo vamos a renovar las autoridades de nuestra querida institución.
Nuevamente el pueblo masónico se va a expresar democráticamente.
Nuestra propuesta es perseverar, hacer crecer nuestra cadena, fortalecer los puentes con nuestra sociedad, abrir espacios de participación, proponer activamente soluciones a los problemas de la actualidad, ocupar nuestro lugar en la sociedad a la que pertenecemos.
Personalidades como Alejo Neyeloff, cuya edad es más de la mitad de la que ostenta la Masonería, nos acompaña y orienta. Muchas veces nos preguntamos con humor: “¿qué Masonería le vamos a dejar a Alejo?”
Nicolás Breglia y Ángel Jorge Clavero dieron inicio a nuestra “Lista Fraternidad”, esa reunión de HH:. a la que tengo el honor de pertenecer, que desde el año 2008 transforma y multiplica lo que somos y lo que hacemos.
Junto a nuestro vicepresidente Ramiro Dall´Aglio conformamos un equipo de trabajo federal que nos permitió repensar la centralidad que tradicionalmente nos caracterizó.
El año que viene, vamos a someter a la voluntad de nuestro pueblo la decisión de ser reelegidos para continuar avanzando en el camino que acabamos de compartir.
Estamos muy agradecidos por esta transformación y estamos decididos a darle continuidad.
Invitamos con humildad a todos los QQ:.HH:. a que nos acompañen en esa nueva etapa que comenzará el próximo año.
Invito a todos los presentes, a que nos unamos en un brindis que celebre nuestro encuentro, el reencuentro ciudadano y que exprese los mejores deseos para nuestra Patria, nuestra institución y para todos los hombres y mujeres del mundo de buena voluntad.
Que así sea.
Muchas gracias