Día internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Biofobia

Esta conmemoración podría ser banal. Y no lo es.
La homosexualidad fue eliminada de la lista de enfermedades mentales por la Organización Mundial de la Salud en 1990.

Por eso conmemoramos hoy el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.

Una conmemoración puede ser banal. Ser, en el mejor de los casos, mera propaganda. O puede ser la ocasión de pensar.

Durante siglos convivimos con la perversión que anula (o liquida) la otredad.

Lo que antes era pecado fue luego contranatura. Y en verdad se trató solo de la ceguera axiológica del clérigo o del médico.

1990: la fecha cuenta. Es casi un escándalo del pensamiento.

Todavía hoy hay sitios en nuestro mundo (nuestro mundo) en los que se elimina a la diversidad.

No es una metáfora: es la cárcel, el degüello, los fustazos, la horca. O simplemente ser arrojados desde las alturas.

Convivimos con eso. No en nuestro país, felizmente.

Sin embargo, queda mucho por pensar. Médicos, legisladores, jueces, educadores: ciudadanos.

Hay vastas extensiones de nuestro país en las cuales ser gay, bisexual, transexual, mujer, y más, y más, implica un riesgo, una tensión, una distancia, una violencia.

Hay varones que lo comprendieron hace tiempo: también son víctimas de una violencia simbólica, física, real.

El lema propuesto globalmente para este año es: «Juntos, resistiendo, apoyando, sanando».

Ese juntos tendría que incluirnos a todas, a todos. Ese juntos debería ser la ética de nuestra República. No lo es todavía.

La bandera que ven tiene muchos colores. Detrás de cada uno hay miles de personas como nosotros. Sin pecado, sin contranatura.

Para sanar tenemos que informarnos, luego comprometernos, luego dialogar. Finalmente velar por el cuidado.

Cuidar debería decirse siempre en plural.

1990 queda marcado en la historia como el oprobio de una lentitud salvaje, la del odio y la ignorancia.

Está en nosotros que el futuro se haga presente. Libre, unido, diverso, humano.

Sebastián Sfriso
Subsecretario de cultura