Un día como hoy hace 234 años, bajo el lema «Liberté, Égalité, Fraternité» (Libertad, Igualdad, Fraternidad), se llevaba a cabo uno de los episodios más simbólicos de la Revolución Francesa como fue la toma de la Bastilla.
La Bastilla era una prisión y un símbolo del poder real, considerada un símbolo de la opresión y el despotismo, y representó un acto de resistencia contra la autoridad opresiva y marcó un hito importante en el camino hacia la transformación revolucionaria de Francia.
Los ideales de la revolución francesa buscaban garantizar la libertad de expresión, la libertad de religión y los derechos individuales. Creían en la abolición de los privilegios de nacimiento y en la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Buscaban superar las desigualdades sociales y económicas. La fraternidad, otro valor importante se trataba del fomento de un sentido de comunidad y cooperación entre los ciudadanos.
En estos tiempos esas banderas siguen vigentes, de otras formas, y hacemos votos para que podamos seguir construyendo un mundo libre, igualitaria y fraterna, y para seguir ese camino la Masonería proclama que la Fraternidad es el vehículo ideal para el entendimiento sin violencia de una sociedad en paz y concordia.